BARCELONA -- Entre otras noticias, la primera vuelta de la temporada ofreció una imagen inédita, la del barcelonista Ronaldinho sentado en el banco, fotografía que resume el estado del brasileño, discutido por la grada, poco utilizado por el cuerpo técnico y visto con recelo desde la directiva.
El '10' azulgrana, Balón de Oro y mejor jugador del mundo en 2005, atraviesa su peor momento desde que llegó al Barcelona en 2003. En su momento, iluminó al equipo y al club. Después, conquistó la Liga. Más tarde, el doblete. Y desde entonces, la estrella del brasileño se ha ido apagando, hasta el punto de que muchos le dan por perdido y le sitúan ya en la galería de ídolos caídos del Camp Nou.
Ronaldinho comenzó la temporada en un tono similar a la anterior. La titularidad ni se le discutía. De hecho, logró los dos primeros goles del Barcelona en la Liga, en la jornada 2 y ante el Athletic (3-1). Pero en la cuarta jornada, antes de recibir al Sevilla, empezaron los problemas en torno al brasileño. Una contractura le apartó del partido frente al equipo andaluz. Tampoco actuó ante el Zaragoza (quizá el mejor partido del Barcelona en la primera parte de la Liga) y el Levante.
Las dudas sobre su estado físico se multiplicaron cuando comenzaron a publicarse sus salidas nocturnas. El jugador había salido 48 horas antes del partido de Pamplona, según algunas informaciones. Además, a su regreso de Brasil para participar con su selección, tampoco viajó a Villarreal (3-1). No sólo su físico y su estado de forma estaban en duda. También su compromiso.
A comienzos de noviembre, Ronaldinho encadenó dos buenos partidos, frente al Valladolid (1-1) y el Betis (3-0). Marcó en ambos, pero poco después, fue uno de los señalados tras la estrepitosa derrota en Getafe (2-0). A la jornada siguiente, alegó fatiga para no jugar ante el Recreativo, una ausencia que encrespó a la hinchada, cada vez más resignada a perder a un futbolista icono de la recuperación deportiva del club.
Entretanto, el equipo continuaba caminando por la Liga con la extraña sensación de que sin Ronaldinho, la pelota se movía más rápido. Los más críticos subrayaron un dato: en los tres partidos que el Barcelona ha ganado fuera de casa (Levante, Valencia y Mallorca), Ronaldinho no ha jugado.
En el derbi de Montjuïc (1-1), disputado el 1 de diciembre, Rijkaard sentó al brasileño. Nunca había sido suplente Ronaldinho en Liga. Al menos, disfrutó de media hora de juego. Dos semanas después, en Mestalla (0-3), ni siquiera salió a calentar, en el partido de regreso de Samuel Eto'o.
Su última aparición corresponde al clásico. Después de muchas dudas, fue titular ante el Real Madrid (0-1), pero apenas tuvo incidencia en el juego. Desde entonces (23 de diciembre) no sólo no ha jugado un partido, sino que apenas se ha entrenado. Una tendinitis rotuliana le mantiene apartado, sin fecha de regreso.
Diez jugadores del plantel ya han disputado más minutos que el brasileño, autor de seis goles en 11 encuentro de Liga. Nunca se había perdido tantos partidos de Liga y nunca había generado tantas dudas.
El '10' azulgrana, Balón de Oro y mejor jugador del mundo en 2005, atraviesa su peor momento desde que llegó al Barcelona en 2003. En su momento, iluminó al equipo y al club. Después, conquistó la Liga. Más tarde, el doblete. Y desde entonces, la estrella del brasileño se ha ido apagando, hasta el punto de que muchos le dan por perdido y le sitúan ya en la galería de ídolos caídos del Camp Nou.
Ronaldinho comenzó la temporada en un tono similar a la anterior. La titularidad ni se le discutía. De hecho, logró los dos primeros goles del Barcelona en la Liga, en la jornada 2 y ante el Athletic (3-1). Pero en la cuarta jornada, antes de recibir al Sevilla, empezaron los problemas en torno al brasileño. Una contractura le apartó del partido frente al equipo andaluz. Tampoco actuó ante el Zaragoza (quizá el mejor partido del Barcelona en la primera parte de la Liga) y el Levante.
Las dudas sobre su estado físico se multiplicaron cuando comenzaron a publicarse sus salidas nocturnas. El jugador había salido 48 horas antes del partido de Pamplona, según algunas informaciones. Además, a su regreso de Brasil para participar con su selección, tampoco viajó a Villarreal (3-1). No sólo su físico y su estado de forma estaban en duda. También su compromiso.
A comienzos de noviembre, Ronaldinho encadenó dos buenos partidos, frente al Valladolid (1-1) y el Betis (3-0). Marcó en ambos, pero poco después, fue uno de los señalados tras la estrepitosa derrota en Getafe (2-0). A la jornada siguiente, alegó fatiga para no jugar ante el Recreativo, una ausencia que encrespó a la hinchada, cada vez más resignada a perder a un futbolista icono de la recuperación deportiva del club.
Entretanto, el equipo continuaba caminando por la Liga con la extraña sensación de que sin Ronaldinho, la pelota se movía más rápido. Los más críticos subrayaron un dato: en los tres partidos que el Barcelona ha ganado fuera de casa (Levante, Valencia y Mallorca), Ronaldinho no ha jugado.
En el derbi de Montjuïc (1-1), disputado el 1 de diciembre, Rijkaard sentó al brasileño. Nunca había sido suplente Ronaldinho en Liga. Al menos, disfrutó de media hora de juego. Dos semanas después, en Mestalla (0-3), ni siquiera salió a calentar, en el partido de regreso de Samuel Eto'o.
Su última aparición corresponde al clásico. Después de muchas dudas, fue titular ante el Real Madrid (0-1), pero apenas tuvo incidencia en el juego. Desde entonces (23 de diciembre) no sólo no ha jugado un partido, sino que apenas se ha entrenado. Una tendinitis rotuliana le mantiene apartado, sin fecha de regreso.
Diez jugadores del plantel ya han disputado más minutos que el brasileño, autor de seis goles en 11 encuentro de Liga. Nunca se había perdido tantos partidos de Liga y nunca había generado tantas dudas.
Noticia sacada de "EFE"
Particularmente yo lo vendía a fin de temporada y me traia a Van der Vaart o a Diego.
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